Requiem por un RIPio
domingo, 14 de abril de 2013
Sean bienvenidos (Primera sesión)
Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, más nos vale, porque este blog tenía que haberos dado la bienvenida el 24 de febrero, así que con perfecta puntualidad española hoy, 14 de abril (¡viva la república ), nos desnudamos ante ustedes por primera vez esperando que no sea la última.
Réquiem por un Ripio somos seis amigos, Alberto, María, Guille, Carla, Mari Fe y un servidor, que quincenalmente (bendita ingenuidad) nos pondremos un reto literario que tendremos que afrontar durante las dos semanas siguientes (o las ultimas horas antes de que acabe el plazo) y después elegiremos un vencedor que será el encargado de proponer el próximo reto.
Así que sin más preámbulos, paso a publicar los trabajos, comenzando por el de nuestra primera vencedora, María, de esta primera prueba que se trataba de escribir una obra relacionada con la literatura o el arte de escribir:
Escribir (obra ganadora)
Ayer por la mañana necesitaba escribir, me pasé dos horas delante de la hoja en blanco del ordenador. Odio la pantalla en blanco del ordenador.
Ayer por la tarde hubiera dado lo que fuese por vomitarlo todo. Pero ya sabes que las palabras, cuándo quieres que salgan se te enquistan. Sólo salen cuando son inadecuadas y saben que van a causar daños colaterales. Por eso me gusta la hoja en blanco del ordenador, porque puedes borrar lo que sobra.
Ayer por la noche no podía más. O lo soltaba o explotaba. Lo malo es saber que está y que no se materializa, es como una enfermedad que no sabes si quieres descubrir. Decidí evadirme del mundo intelectual y llamarle a él. Un poco de conversación sin interés alguno, superficial, así no tengo que hacer ningún esfuerzo. Y el sexo de siempre: de ese que solo se puede tener si no hay amor, ya sabes… ese sexo salvaje y que es simplemente dejarse llevar por el cuerpo. Pero dios, me gusta tanto…
Al viento
He decido empezar a escribir sobre ti.
Porque eres el que en mayor medida me has acercado a la escritura
Desde mi posición benjamín, no m puedo permitir el lujo de escribir sin tenter algo que contar
No puedo crear historias de la nada pues no serían creibles y a los dos minutos estarías deseando que cerrara la boca y dejase paso a alguien que de verdad creyera en lo que escribe.
Como todo en la vida, para hacerlo bien, hay que hacerlo con ganas,
y para hacer algo con ganas hay que creer en los que se está haciendo.
Yo creo en ti.
Por eso, puedo decir que el día más agotador en el que te pesan hasta los pelos de los brazos, sentarme y escucharte leer, plasmar, repetir, expandir, hacerte oir y llegar hasta el interior de todos aquellos que embelesados te escuchan, me vuelve loca. Me hace reencontrarme con ese ser humano escondido por la rutina, a veces tan fría y cansinamente agotadora.
Último tren a la gloría
Llevaba toda la vida preparándose para ese momento. Ahora su suerte estaba ligada a él, si tenía éxito, lograría entrar en el Olimpo de los Quevedos, Cortazares, Rimbauds... en caso contrarío, no solo no sería recordado como el genio que siempre creyó ser, sino que, probablemente, ni siquiera fuese a ser recordado.
Sus libros, hasta el momento, habían sido sistemáticamente infravalorados o ignorados por la crítica, pero la obra que se disponía a concluir, tenía, por fuerza, que sacudir los cimientos del mundo editorial, pensaba el escritor.
Durante los últimos meses, había reescrito, cada día, una a una cada palabra evaluando su significado preciso, sus connotaciones, su sonoridad y la cohesión que mantenía con el resto de la obra, solo quedaba por tanto, sacarla de su cabeza.
En su escritorio, con neurótica precisión, había colocado trece folios , un vaso que contenía 3 tres hielos perfectamente homogéneos bañados en 13,5 centilitros de whisky, una elegante pluma comprada especialmente para la ocasión, dos paquetes de tabaco negro y un cenicero todavía vacío.
ESCRITURA UTÓPICA
No todo el mundo persigue la gloria.
El deseo de cualquier mal escritor
es que una mujer se enamore de él
cuando lo lea; los buenos amigos
son más simples, algunos, en sus sueños
se conforman con encontrar trabajo;
cumplí veintisiete hace una semana
y no tengo empleo, tampoco hucha
con dinero ahorrado, ni tan siquiera
coche, o una casa, no tengo algo
en un mundo que sin algo no eres nada.
Por tener no tengo ni novia, gracias
a Dios eso es lo de menos, no quiero
pensar que soy un fracasado, creo
que moriré antes que la mayoría,
y a pesar de disfrutar de la vida,
a veces, puede parecer que juego
Reflexión
Chorrean palabras simples en la mente de uno. Sientes que el papel en blanco te desafía al duelo. Tu con él, esa batalla que siempre ganarás cuando le clavas la tinta y le hieres con rayajos sin sentido. No te va a hablar, pero sí te indicará la arritmia del trazado. Se para el bolígrafo, con indignación y alevosía, ya que no quiere seguir siendo cómplice de este homicidio. Su sangre azul no le permite ser desleal ante tal objeto inanimado. Pero le obligamos, le secuestramos para aplicar la peor tortura que ha inventado la humanidad.
Escribimos para estar por encima de las cosas, para creernos superiores al destino. Nuestro ego se eleva para ser entronado, y buscar la mayor alabanza de nuestros superiores. A aquellos que nosotros hemos llevado al reino del “todo poder”.
Nos olvidamos de nuestra esencia, de ser uno más entre todos los mortales. Nos da igual. Lo importante es tener un bolígrafo en mano y papel en blanco para crear nuestro “Yo”, y con él buscamos el amparo cálido de nuestra gente.
Guillermo Blanco
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