domingo, 14 de abril de 2013

ESCRITURA UTÓPICA



No todo el mundo persigue la gloria.
El deseo de cualquier mal escritor
es que una mujer se enamore de él
cuando lo lea; los buenos amigos
son más simples, algunos, en sus sueños
se conforman con encontrar trabajo;
cumplí veintisiete hace una semana
y no tengo empleo, tampoco hucha
con dinero ahorrado, ni tan siquiera
coche, o una casa, no tengo algo
en un mundo que sin algo no eres nada.
Por tener no tengo ni novia, gracias
a Dios eso es lo de menos, no quiero
pensar que soy un fracasado, creo
que moriré antes que la mayoría,
y a pesar de disfrutar de la vida,
a veces, puede parecer que juego

demasiado; con la escritura… vuelo,
me embarco en aviones de papel,
a veces, en barcos, no importa el medio,
solo los textos que transportan; parto
a cualquier lugar donde nadie juzgue,
donde nadie sepa quién soy realmente.
Escribir me hace amar como jamás
he amado, escribir me hace pensar,
(puede que algo más que la mayoría)
escribir… es como un precioso parto:
no hay rastro de dolor, solo criaturas.
La ecuación idónea es conjugar
vida, estilo, magia, ritmo y morfema.
Ahora, que mis palabras ya cautivan
a decenas de mujeres, algunas
incluso, desconocidas, mi sueño
es ser el sueño cumplido de un poeta:
que una mujer se enamore de un verso
y lo escriba en mi boca, con un beso
con el ritmo y la rima perfecta
para hacer de él, para siempre, su poema.

Alberto Guerra

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